Es una inquietud habitual de las madres saber cuál es el momento óptimo para que sus hijas concurran por primera vez a una consulta ginecológica.
Frecuentemente, las adolescentes acuden acompañadas por sus madres, lo cual es relevante para que ambas conozcan al profesional y establezcan un vínculo de confianza con él. No obstante, durante ciertos momentos de la consulta, se les brinda un espacio a solas en un ambiente privado, respetando la confidencialidad.
A medida que avanzan hacia la adolescencia tardía, es común que las jóvenes acudan a la consulta de forma independiente, sin la compañía de sus madres, y en ocasiones, llegan acompañadas por sus parejas o amigas.
Entonces ¿A qué edad es recomendable acudir a un ginecólogo?
Si bien no hay una edad determinada, y mucho depende de las características personales de cada adolescente, es recomendable que se realice previo al inicio de la actividad sexual, donde recibirán información sobre prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS), vacunación (hepatitis B, Vacuna HPV), métodos anticonceptivos, embarazos no deseados, Trastornos del Ciclo Menstrual, higiene adecuada de la zona genital, etc.
Además, se aborda temas relacionados con adicciones, tabaco, alcohol, drogas, hábitos alimentarios y actividad física. Las adolescentes tienden a vivir estas visitas con mayor naturalidad, lo que les ayuda a acostumbrarse a acudir al ginecólogo y a desarrollar un hábito saludable de hacer un “control ginecológico anual en la edad adulta”.
Estos controles incluirán los estudios necesarios según su edad, como el Papanicolaou, video colposcopia, ecografía mamaria, ecografía ginecológica, entre otros.
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